jueves, 28 de abril de 2011

KEIKO O OLLANTA

Se ha estado hablando de una tercera opción para las elecciones en segunda vuelta, es decir del voto viciado o en blanco para propiciar la nulidad de las elecciones.   Sobre el particular y sólo teniendo en cuenta que el porcentaje de votos conseguidos por los dos candidatos que pasaron a esta nueva etapa electoral es mayor del 50%, en la práctica, esta denominada tercera opción resulta imposible y sólo propiciaría a quienes no votaron por los dos unicos candidatos en carrera, permanecer estáticos y dejar pasar lo que venga.

En tal sentido, debemos sopesar las dos unicas opciones que tenemos, que son las que se definirán en la segunda vuelta y que se reducen a lo siguiente, si creemos que nuestra conducta futura deberá ser, la de defender todo lo bueno que ya hemos logrado como pais desde que reiniciamos el camino democrático; y no nos referimos sólo al especto político y económico, sino también moral:

- Una de las opciones electorales, se muestra amenazante a nuestro sistema economico y politico actual, por lo menos, teniendo en cuenta parte de lo que señala su Plan de Gobierno, redactado con la aparente participación de algunos políticos de la vieja izquierda retórica que ya no tiene cabida ni en la Unión Soviética; aún cuando el candidato se encuentra avocado últimamente a efectuar deslindes permanentes, pero aún sin la contundencia y claridad necesaria, que podría lograr, si tales deslindes, fueran hechos en presencia de garantes, dejando atrás en forma categórica los errores que contiene su Plan de Gobierno. 

 Los garantes, en este caso, podrian ser los líderes de las demás agrupaciones políticas representadas en el futuro Parlamento, de manera que si, estando en el Gobierno, el indicado candidato faltara a su palabra, justificaría a la fuerza parlamentaria que tendrán tales agrupaciones políticas y a nosotros mismos como ciudadanos, efectuar una ferrea oposisión y aún ejercer nuestro constitucional derecho a la insurgencia, para evitar la destrucción de nuestro actual sistema político y económico, que si bien no es perfecto y requiere de muchas correcciones, si cuenta con las bases suficientes para seguir avanzando hacia su mejora, especialmente en favor de las grandes mayorías que aún no perciben sus beneficios.  Lamentablemente, parece que este candiato no está dispuesto a dar esta señal de tranquilidad, de manera que si ganara las elecciones, la tarea que tendremos será vigilar y exigir que cumpla su palabra, más que su Plan de Gobierno, tarea que por tratarse de cuestiones políticas y economicas, evidenciadas por normas, actos de gobierno y comportamiento del mercado, podriamos tener a la vista y percibir sus efectos, para poder actuar.

- Otra de las opciones, se muestra amenazante, especialmente, a nuestro sistema moral, tan endeble aún, el mismo que de volver a corroerse hasta los niveles logrados por Fujimori y Montesinos, degradaria aún más todas nuestras organizaciones y sistema como pais.  La preocupación en este probable caso es mayor, si se tiene en cuenta que la casi totalidad de "políticos" y amigos del régimen fujimontesinista anterior, se encuentran nuevamente rodeando a la candidata actual de dicha tendencia, frente a lo cual, ésta se viene esmerando en efectuar, también, aclaraciones permanentes y un acercamiento a técnicos "independientes", para dar tranquilidad a sus electores, evidenciando con ello que si se encuentra dispuesta a dar todas las muestras posibles para garantizar el pleno respeto a nuestros actuales principios democráticos.  

 En tal sentido, si esta opción resultara electa, nos deberá corresponder, igualmente, la tarea de ejercer la vigilancia necesaria, para evitar que la corrupción, cuya existencia ya descontrolada actual nadie puede negar, se institucionalice e incremente a los niveles que caracterizaron al régimen del que fue parte dicha candidata.  La pregunta que debemos hacernos en este caso es: sabiendo como opera la corrupción, sin la necesidad de normas o actos públicos, sino en forma soterrada y oculta, ¿nos sería posible efectuar tal vigilancia?, y más aún, sabiendo que volverian al Gobierno y su entorno, casi todos los que participaron, propiciaron y dejaron que la corrupción gobernara entonces, muchos de los cuales, ni siquiera han podido ser investigados por la ausencia de pruebas suficientes, determinando que de lo que nos robaron como pais, nuestra Procuraduría apenas haya podido recuperar menos del 10% en cuentas bancarias millonarias del extranjero y algunas otras cuantas propiedades inmobilarias.    Esta preocupación por la dificultad de vigilancia futura que nos correspondería hacer es todavía mayor, cuando se tiene en cuenta que la propia candidata de esta "corriente", asevera que cuando formó parte del gobierno de su padre y Montesinos, no se habría dado cuenta como robaban a nuestro pais y se cometían los delitos más atroces contra los derechos humanos, a pesar que su madre a quien sustituyó como primera dama, denunció ya entonces la corrupción existente, sufriendo personalmente atrocidades contra su integridad. 
El dilema es muy serio, porque las dudas no terminan de ser disipadas, en el primer caso por una falta de mayor apertura y desprendimiento democrático y en el otro por la excesiva falta de credibilidad. 

No esperemos que llegue el día de las elecciones, permanenciendo pasivos, sabiendo que uno de los dos candidatos en carrera ganará la Presidencia, sino exijamos a quienes lideraron en primera vuelta las demás opciones, se unan para lograr alguna o algunas acciones concretas que den tranquilidad al pueblo peruano. O mejor aún, que los candidatos en carrera, lleven a cabo acciones más concretas de credibilidad y tranquilidad, para no sólo esperar votos en blanco o viciados, sino, por qué no, más votos en su favor, que incremente la gobernabilidad de la dificil gestión que les espera, cuyo fracaso sería muy peligroso para nuestro país.        
Atentamente:
MARCO A. LA ROSA SANCHEZ PAREDES

No hay comentarios: